La fiebre del carnaval 2011 se aplacó ayer en las aguas frescas de los distintos ríos de El Oro hasta donde acudieron miles de personas que con esta actividad cerraron los días dedicados a darle deleite al cuerpo.
Pese a que en este año los buses urbanos no fueron autorizados para llevar a los acalorados visitantes a los ríos, aquello no fue impedimento para que los interesados tomaran las cooperativas de transporte intercantonales e interprovinciales para movilizarse.
Dependiendo del destino al que querían llegar, los precios de los pasajes variaron, pero de acuerdo con quienes utilizaron este servicio, el viaje costaba entre 1 dólar para los destinos cercanos a Machala) hasta 3 dólares para los más alejados.
Siendo así, ayer por la mañana comenzó la movilización de los visitantes tanto en transporte público como en transporte privado. Los destinos más buscados fueron Buenavista, La Cocha, Calichana (Pasaje), las Cascadas de Manuel (El Guabo), El Vado, Limón Playa, El Recreo (Santa Rosa), y Santa Marianita (Arenillas).
Una vez en cualquiera de los referidos sitios, se pudo observar a los miembros de la Policía ejerciendo el control y personal de la Defensa Civil, Bomberos y Cruz Roja, que se encargaron de los primeros auxilios.
Sólo como curiosidad hay que decir que algunos ciudadanos fueron a los ríos no sólo por refrescarse sino por la comida que venden en aquellos lugares. Por ejemplo, en Buenavista, muchos visitantes aseguraron ir a probar el caldo de tubo y la fritada que se prepara en aquella parroquia.
Otros que fueron a las Cascadas de Manuel manifestaron que, a más del extraordinario paisaje, disfrutaron del seco y el caldo de gallina criolla, que estaba a disposición de los turistas, luego de un buen baño.
En cambio los que estuvieron en Santa Marianita afirmaron que allí se come el mejor seco de chivo de la zona, así como el hornado de chancho con tortilla de papas, mote, maduro y salsa de cebollas.
Como sea, lo cierto es que los balnearios de agua dulce, la comida fue protagonista como para culminar los días de desenfreno con el estómago lleno. De hecho a orillas de los ríos, se pudo encontrar a los vendedores de platos típicos.
Así, fue común la venta de bolones de verde con chicharrón, los maduros lampreados, ayacas, tamales y humitas. Platos un poco más elaborados como arroz con pollo, seco de pollo, carne asada y seco de carne también formaron parte del coloquial menú.
Pasado el mediodía, se fue incrementado el número de bañistas y las orillas de los ríos hervían de gente. El intenso calor que reinó ayer en el litoral orense, obligó a buscar frescura en el agua hasta bien avanzada la tarde.
Alrededor de las 17h00 comenzó el retornó de los acalorados a susr respectivos domicilios y también, a esa hora, se intensificó la labor de la Policía, cuyo personal se apostó en varios puntos de las carreteras para controlar el tránsito.
Para algunos, el baño no culminó en los ríos sino que siguió en el viaje de retorno, ya que desde la vera de las carreteras se les lanzaba agua, quizás con la esperanza de que ya del todo mojados, los carnavaleros hayan calmado sus desafueros y se prepararan para el período de cuaresma que comienza hoy.
Fuente: diariopinion.com
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