El próximo lunes 14 de febrero, el Día del Amor y la Amistad, a las 11:00, los quiteños declararán su amor a la ciudad adornando con geranios el patio del convento de San Agustín, con la participación ciudadana y un número importante de delegaciones de los colegios de la capital.
El geranio es la flor emblemática de Quito porque desde la época colonial ha estado presente en los balcones y jardines capitalinos. Según el conocido escritor, Marco Chiriboga, "el geranio es la flor insigne porque es una flor mestiza, es de color rojo al igual que la ciudad y es una planta que florece todo el tiempo, es perenne".
Esta fecha fue escogida precisamente porque el 14 de febrero de 1556 se expidió en España, la Carta Real que la designó como Muy Noble y Muy Leal a la Ciudad de San Francisco de Quito.
Este año se colocarán 3 000 plantas de geranio en las calles: Guayaquil, Venezuela, García Moreno y en las transversales del núcleo histórico. Esta renovación se hace gracias a la cooperación de la Administración Zona Centro, el Instituto Metropolitano de Patrimonio y Quito Turismo.
La Ronda es uno de los escenarios donde los Geranios florecen en sus balcones. Hablar de la calle La Ronda es hablar de arte, tradición y cultura; su nombre evoca romanzas, pasillos, coplas y cantares que enamoraron en su tiempo a más de una pareja. Su arquitectura de balcones prominentes, techos adintelados, acabados de madera y cal matizados con un contraste azul-blanco clásico colonial español, transportan a sus visitantes a un lugar donde el tiempo parece haberse detenido en los albores del siglo XX.
La Ronda, nombre con carisma y ancestro, proviene debido su angostura arquitectónica de estirpe colonial, característica que la asemeja con las Rondas de España. La Ronda era el sendero hacia el principal afluente de la "Chorrera" del Pichincha, caída de agua que aún se mantiene en el centro-occidente de la ciudad. En aquel tiempo esta quebrada era llamada Jatuna, palabra Aymará que significa "chorrera", y se presume que fueron las mujeres quienes abrieron el "chaquiñan" o sendero para abastecerse de su agua. A la llegada de los españoles el nombre cambió al de "Ullaguangayacu" o "quebrada de gallinazos", y después el sendero que conducía a ella, ya en la colonia, pasó a llamarse "LA RONDA".Descubrir tantos encantos en un pequeño lugar se vuelve posible al visitar este tradicional rincón del patrimonio quiteño donde vivieron afamados poetas, compositores y cantautores . Visite www.quito.com.ec
Fuente: www.hoy.com.ec
(EC)
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