viernes, 19 de julio de 2019

Gastronomía y diversión para guayaquileños, en zonas específicas


Pablo Quintana subía las escalinatas del cerro Santa Ana, buscando algún bar para charlar con su prima Anahí, quien llegó de visita a Guayaquil desde Azogues, el pasado viernes.
Luego de recorrer por 15 minutos el sitio, se decidió por La Taberna, en la escalinata 37. En el interior sonaba Signos, de Soda Stereo, y le pidieron dos cervezas a Manuel Vélez, su propietario.
Vélez indicó que la variedad de ofertas y sobre todo su costo han hecho de este lugar turístico uno de los predilectos por los porteños en las noches.
Vélez indicó que la variedad de ofertas y sobre todo su costo han hecho de este lugar turístico uno de los predilectos por los porteños en las noches.
La salsa es uno de los ritmos musicales preferidos por los guayaquileños. Quienes gustan bailarla tienen varios espacios como, por ejemplo, las discotecas Carlos Alberto y Chocco, en la Alborada, además de una veintena de salsotecas en el cuadrante de las calles Noguchi, Gómez Rendón, Cuenca, Rumichaca, además de otras 15 en varios tramos de la calle 38, en el suburbio. 

A lo largo de la ciudadela La Garzota, en el tramo de la avenida Agustín Freire desde Isidro Ayora hasta Antonio Parra Velasco, existen once locales con temática de karaoke.
La gastronomía guayaquileña también tiene negocios sectorizados.
En Sauces 6, las pancartas con figuras de cangrejos se replican a lo largo de la avenida Isidro Ayora. El sector es conocido por aglutinar al menos a 20 locales donde se expenden platillos a base de ese crustáceo.
En el exterior de muchos locales hay ‘enganchadores’ que se acercan a aquellos que no han decidido dónde comer, exponiéndoles las ofertas al paso tratando de atraerlos.
Walter Vilaña, propietario de Marthita # 9, dijo que esa zona goza de popularidad por la sazón, la atención y los precios que ofrecen. Además por la variedad de locales situados allí.
“El guayaquileño es cangrejero, yo creo que este es un negocio que nunca va a decaer”, manifestó el comerciante.

En la calle Guayacanes, desde la Tercera hasta Víctor Emilio Estrada, los locales de shawarmas tienen funcionando más de 10 años allí.
Esta última calle tiene conexión directa con la avenida Miraflores, zona que en los últimos años ha acrecentado su oferta gastronómica.
Allí los comensales pueden encontrar desde parrilladas hasta cebiches y cangrejos.
En el sur, el cuadrante de las calles Esmeraldas, Bolivia, Colombia y Carchi es visitado diariamente por quienes gustan del sánduche de chancho. A pocas cuadras, en Los Ríos y 4 de Noviembre, se aglutinan locales de venta de encebollados.
Patricio Pareja, presidente de la Asociación de Bares y Discotecas del Guayas, indica que en los guayaquileños influyen dos factores para elegir lugares para comer y divertirse: que sea económico y que sea seguro.
“El guayaquileño es muy divertido y exigente. Si no bailó o no se divirtió en un lugar, no vuelve”, expresó Pareja.

Holbach Muñetón, presidente de la Cámara de Turismo del Guayas, coincidió con Pazmiño en el tema de seguridad.
“El guayaquileño busca la paz, la tranquilidad, la buena gastronomía”, refirió.

Chifas, picanterías

Las avenidas José María Roura, en Sauces 2; Guillermo Pareja Rolando, en Alborada; Agustín Freire, desde Isidro Ayora hasta Guillermo Pareja, en La Garzota (norte); Juan Montalvo, en Los Esteros (sur); o las calles Córdoba y Mendiburo (centro), aglutinan decenas de locales de comidas como chifas, picanterías, pizzerías, parrillas. También plazas como Guayarte y Orellana. (I)


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